El proyecto artístico “Construcción Brasileña: Arquitectura Moderna y Antigua” fue creado por el artista Talles a partir de la apropiación del nombre “Brasil Construye”, que hace referencia a un libro y una exposición dedicada a la arquitectura moderna brasileña, esta última realizada en el Museo de Arte Moderna de New York (Moma), en 1943. La obra es el resultado de una larga investigación sobre la forma de la columna del Palacio da Alvorada (proyecto de Oscar Niemeyer en Brasilia, en 1958) y cómo fue utilizada en otros estados brasileños.
Las narrativas sobre las posibles identidades brasileñas están rodeadas de símbolos y discursos, la construcción de Brasilia misma es un excelente ejemplo de cuán refinada puede ser la creación de un evento histórico, en el que algunos aspectos se enfatizan, mientras que otros son invisibles. Las obras de Talles me recuerdan a una exposición especial a la que asistí en 2019, llamada “Reintegración de la posesión: narrativas de la presencia negra en la historia del Distrito Federal”.
Lo que más me llamó la atención de esta exposición fue la visibilidad de narrativas antes borradas o negadas, que ahora se disputan su lugar de presencia en la historia a través de la investigación activista. Al igual que esta exposición, las obras de Talles abren un panorama para reflexionar sobre la identidad brasileña a partir de la fragmentación, la descentralización y el agotamiento de las grandes narrativas nacionales.
Este punto específico de la subversión de la columna de la monumentalidad del proyecto arquitectónico de la capital gana nuevas configuraciones en las diversas casas del interior de Brasil. Pienso también en la relación entre la incorporación de estos símbolos externos en las pequeñas ciudades brasileñas y la constante desvalorización de los símbolos regionales. Hay una necesidad de utilizar un regionalismo crítico, en el sentido de acceder a tecnologías modernas, pero sin perder nuestros orígenes regionales.
