Una de las características de los procesos artísticos contemporáneos es la mezcla de lenguajes artísticos en la creación. Hoy escribiré sobre el dibujo y la fotografía en el arte de Leticia Rick. Las fronteras entre la fotografía y el dibujo me recuerdan mucho a los encuentros de las aguas del río “Solimões” con el “Río Negro” en la Amazonía. Los elementos estéticos de la fotografía y el dibujo se asientan uno al lado del otro, del mismo modo que los ríos antes mencionados mantienen sus distintas propiedades químicas sin mezclarse.
Los dibujos de Letícia Rick posiblemente estén inspirados en la fotografía, los recuerdos de las personas, los lugares y las vivencias, pero sin duda hay una síntesis de elementos esenciales que se transforman en sutiles trazos y líneas ligeras. Son estudios sobre personas no binarias, sin género, color, raza y clase social. Estos son esfuerzos para alcanzar la esencia mínima de la naturaleza humana y al mismo tiempo alcanzar las profundidades de emociones y sensaciones intensas.
Sus obras son a la vez bellas, militantes y tocan temas contemporáneos. Contribuyen a la importante discusión sobre la descolonización del cuerpo, la mente y el espíritu desde los paradigmas hegemónicos de la belleza, la moral y la felicidad. El arte es una de las pocas áreas del saber que todavía tiene la libertad de opinar sobre cualquier tema, pero de una forma fluida, más libre, y sin necesidad de ceñirse a ningún patrón, estilo o modelo determinado de pensamiento.
Los dibujos de Letícia Rick están inspirados en la experiencia de la experimentación constante y forman parte de la creación artística contemporánea que reflexiona sobre los grandes desafíos de la humanidad.
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