Podríamos definir cultura como el conjunto de prácticas, actividades y experiencias de un supuesto grupo que también se refleja en sus expresiones artísticas. Estos patrones estéticos, poéticos y artísticos no sólo construyen. una identidad, sino que forman parte de experiencias afectivas compartidas por los miembros del grupo.
La identidad del Nordeste de Brasil se define por características visuales, sin embargo, es más interesante dejar de lado el proceso de identificación y más bien reflexionar sobre sus elementos constitutivos. La construcción de la identidad no es un proceso lineal y bien definido, ya que su punto de referencia, la cultura, es un concepto dinámico en constante transformación. En las fotos de Elvio Luiz podemos observar este proceso durante sucesivas generaciones. Tenemos el privilegio de presenciar la transformación de las identidades en el noreste de Brasil a lo largo del tiempo, a través de la lente del fotógrafo. Los modelos están cargados de símbolos, atributos y características que reflejan su lugar de origen y vida.
Las elecciones que hacemos, desde los colores que usamos, los objetos que compramos y el lugar donde vivimos, comunican a los demás información sobre quiénes somos y cómo nos gustaría que nos vieran. Vale la pena señalar que, a menudo, las opciones están limitadas por el ethos y las tradiciones ancestrales dominantes. Sin embargo, los cambios culturales, económicos y sociales permiten rupturas en la identidad tradicional. El artista registra las transformaciones de identidades que se producen a lo largo del tiempo y contribuye así a preservar este patrimonio múltiple y mutable.
Las expresiones artísticas ocupan este lugar de la memoria y la historia, y el fotógrafo es el agente que elige, con sensibilidad, fragmentos que debemos observar con más calma y detenimiento para descifrar los procesos culturales detrás de esas imágenes, escenas y relatos identitarios.
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